martes, 10 de junio de 2014

RECORRIENDO EL LEGADO...

La cifra inicial de la cantidad de kilómetros que comprendía el Qhapaq Ñan ha ido variando con los años y esto debido a las labores de reconocimiento y registro emprendidas en su inicio por el Instituto Nacional de Cultura y ahora por el Ministerio de Cultura.
Se manifiesta que el arqueólogo norteamericano John Hyslop, investigador del sistema vial inca, calculaba en su población Qhapaq Ñan. El sistema vial inkaiko (1992) que esta red tenía alrededor de 25, 000 kilómetros en los seis países que atraviesa (Perú,  Ecuador, Bolivia, Colombia, Argentina y Chile).
Hoy en día esa cifra habría sido superada ampliamente y únicamente representaría el 30% de los caminos existentes en nuestro país. Actualmente, se calcula que solo el territorio peruano 
60, 000 km.

Según datos del Ministerio de Cultura, la región Cusco, sede de la antigua capital imperial, ha registrado 10, 598 Km. de caminos; mientras que el resto del territorio nacional se han identificado unos 14,781 Km.
Es importante resaltar que aún falta reconocer y definir el camino en diversas áreas del territorio nacional.




TRANSITANDO POR LOS CAMINOS DE LA DIVERSIDAD
  Hállense los hombres observando distintos puntos del  horizonte, que no siempre coinciden con su punto  signado. Uno de ellos, sin rostro, de espaldas hacia  nosotros, viendo a la distancia y distante un mismo cielo. Los otros, en posición combativa, a punto de alzar las  armas para luchar por sus intereses. Aquel hombre sin  rostro, será el juez, el inquisidor, quizás el que finalmente  decidirá quién ganó o el que impondrá su lucha vencida.
A pesar de lo diverso y disperso de esta escena, el  horizonte es el mismo para los tres, un horizonte a veces  lejano, otras veces cercano, un horizonte que ilumina, que ensombrece, un horizonte que es espejo de las  tensiones y contradicciones que se van gestando bajo  su regazo...
 La diversidad cultural, rasgo primigenio de la humanidad y factor esencial para su desarrollo,  encarna en su seno la variedad y diferencia que caracteriza la sociedad contemporánea y  determina las formas de vivir juntos. La diversidad cultural, norma y no excepción, dicta las  pautas para actuar en coherencia con la realidad. La diversidad cultural, rostro humano de la  red de caminos que se extiende por el territorio peruano, constituye un desafío al patrimonio  y a las maneras de intervenir sobre él.
 La diversidad cultural, presente a lo largo de los  miles de kilómetros del Camino Inca, se personifica  en las comunidades 2 que conviven con la  monumentalidad del bien físico, desde antes de la llegada de los investigadores y profesionales que lo  identificaron y registraron. Conocer hacia qué punto  del horizonte dirigen su mirada estas comunidades,  conlleva el análisis de los aspectos económicos,  políticos, sociales, culturales y ambientales desde  donde interactúan cotidianamente e interpretan la  realidad. De este entorno y de las relaciones que se  entretejen en él, surgen los pasivos históricos que  condicionan la relación entre el Estado y las  comunidades, relación que desde la época republicana no logra aún articularse hacia un fin  común.




Paisajes, expresiones de la sociedad
Desde las primeras ocupaciones humanas, el habitante de las zonas altas de los Andes fue capaz de responder con imaginación y eficiencia ante los retos que planteaba el territorio andino, al que intervino dejando diversidad de paisajes culturales a lo largo de la red caminera.
En ese sentido, es sustantivo el aporte del conocimiento geográfico del Qhapaq Ñan que permite contextualizar el territorio y descubrir el papel que este juega en la dinámica territorial actual. Asumir el paisaje cultural como una riqueza propia y singular, será una herramienta de posicionamiento regional en el futuro.
Dentro del esfuerzo por el reconocimiento y registro del entorno territorial del Qhapaq Ñan se han producido estudios en varias regiones del país relacionados al Gran Camino de la Sierra que recorre longitudinalmente la Cordillera de los Andes. Tenemos como ejemplo el camino desde Acostambo hasta Andahuaylas, el camino transversal desde la troncal a la altura de Vilcashuamán hasta Chincha Alto, entre otros. Asimismo, años atrás se llevó a cabo el primer estudio de paisaje cultural en uno de los tramos del Qhapaq Ñan (Apu Pariacaca y Alto Cañete) que permitió esbozar una metodología ideal para este tipo de trabajos de investigación.
Actualmente se continúa con el proceso y sistematización de campañas anteriores con el fin de ponerla a disposición de todas las instituciones, investigadores y comunidad en general.

IDENTIFICACIÓN DE UNIDADES DE PAISAJE CULTURAL
Macro región centro
24
Macro región centro sur
30
Macro región norte
47
Macro región sur
17
Total
118



El Qhapaq Ñan en la sierra

En la sierra se buscó trazar el camino Inca por los terrenos que ofrecían mejores condiciones para construirlo, casi siempre recto y con bordes delimitados con piedras alineadas o muros de este mismo material.
El camino presenta hileras, muros de piedras, calzadas empedradas, escalinatas, rampas, canales de drenaje y puentes. Las calzadas fueron construidas con piedras colocadas después de nivelar el terreno. Por su parte, los canales de drenaje conducían el agua de la lluvia fuera del camino para mantenerlo seco y así conservarlo en buen estado. Cuando el terreno era abrupto y presentaba ligeras pendientes, se construían plataformas para nivelarlo y que de esa manera el tránsito fuera más cómodo.

Las zonas inundables, como los bofedales, se cruzaron a través de calzadas elevadas, algunas de ellas bellamente empedradas y provistas de canales de drenaje. En los casos en los que la pendiente natural del terreno era muy inclinada, se construyeron escalinatas y rampas.

Asimismo, se tendieron varios tipos de ingeniosos puentes en las partes más estrechas y altas de los ríos para poder cruzarlos. Cuando el paso por una ladera rocosa dificultaba el viaje y no se podía escoger otra ruta, se cavaban túneles.

 Fuente: Guía de Identificación y Registro del Qhapaq Ñan
Imagen: El Qhapaq Ñan delimitado por muros y arbustos en el camino entre Orcotuna y Sicaya, Junín




El Qhapaq Ñan en la Costa


Los desiertos y los valles fueron transitados por caminos construidos sobre arena o tierra y delimitados con postes de madera, bordes de piedras alineadas y muros de piedra y barro, adobe o tapia. La disponibilidad de materiales de construcción determinó las características arquitectónicas del camino en ambos medio ambientes.
En el desierto, el camino fue trazado y construido con muros laterales de piedra, como en Huayurí; con simples alineamientos de piedras colocadas sobre la arena; o con postes de madera clavados en ella. En cambio, en los valles y a la salida de éstos, los muros de piedras definieron el trazo de la vía en dirección al desierto.
En el interior de los valles, los caminos transversales que comunicaban la sierra con la costa fueron construidos con muros de contención, lo que permitía soportar el relleno que conformaba la plataforma de la vía que iba por la ladera de los cerros y que en algunos casos debía ser cortada para poder construir a través de ella.
Fuente: Guía de Identificación y Registro del Qhapaq Ñan
Imagen: Muros laterales de piedra del Camino de la Costa en el desierto rumbo al Valle de Jequetepeque


El Qhapaq Ñan en la Selva

En la selva alta, los caminos identificados fueron construidos adaptados al relieve, al tipo de suelo y al medio ambiente lluvioso. En el departamento de Huánuco, por ejemplo, presentan un trazo sinuoso, tienen 1 a 1.5 metros de ancho, muros de sostenimiento de plataforma y de talud y calzada elaborada con piedras relativamente planas. Además, presentan canales de drenaje hechos de piedras y canaletas laterales cavadas en el suelo arcilloso.

En cambio, en el departamento de Ayacucho, los caminos observados son generalmente rectos y de cinco a siete metros de ancho. Presentan también una calzada empedrada, canales de drenaje, canaletas laterales y muros laterales de cincuenta a sesenta centímetros de alto. Como el relieve es poco accidentado, los caminos fueron construidos sobre las laderas y con mayor anchura.

Fuente: Guía de Identificación y Registro del Qhapaq Ñan



PRINCIPALES SITIOS ARQUEOLÓGICOS


Huánuco Pampa:
También conocido como Huánuco Viejo. Era unos de los principales sitios a lo largo de la ruta inca, en la zona del Chinchaysuyu . Durante el gobierno del Inca Pachacutec y Túpac Inca Yupanqui, tuvo rango de capital imperial, centro administrativo y ceremonial.






Pachacamac:



Ubicado en Lurín fue el principal santuario de la costa central durante más de mil quinientos años. Sus templos, entre los que destacan el Templo del Sol y el Acllawasi, eran visitados por una multitud de peregrinos para los grandes rituales andinos.




1 comentario:

  1. Por la Costa, la Sierra y la Selva; por valles, montes y quebradas sueles discurrir, sueles unir los pueblos, sueles conectar a su gente, glorioso Qhapaq Ñan.

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