La cifra
inicial de la cantidad de kilómetros que comprendía el Qhapaq Ñan ha ido
variando con los años y esto debido a las labores de reconocimiento y registro
emprendidas en su inicio por el Instituto Nacional de Cultura y ahora por el
Ministerio de Cultura.
Se
manifiesta que el arqueólogo norteamericano John Hyslop, investigador del
sistema vial inca, calculaba en su población Qhapaq Ñan. El sistema vial
inkaiko (1992) que esta red tenía alrededor de 25, 000 kilómetros en los seis
países que atraviesa (Perú, Ecuador,
Bolivia, Colombia, Argentina y Chile).
Hoy en día
esa cifra habría sido superada ampliamente y únicamente representaría el 30%
de los caminos existentes en nuestro país. Actualmente, se calcula que solo
el territorio peruano
60, 000 km. |
Según
datos del Ministerio de Cultura, la región Cusco, sede de la antigua capital
imperial, ha registrado 10, 598 Km. de caminos; mientras que el resto del
territorio nacional se han identificado unos 14,781 Km.
Es
importante resaltar que aún falta reconocer y definir el camino en diversas
áreas del territorio nacional.
|
TRANSITANDO
POR LOS CAMINOS DE LA DIVERSIDAD
Hállense los hombres observando distintos
puntos del horizonte, que no siempre
coinciden con su punto signado. Uno de
ellos, sin rostro, de espaldas hacia nosotros,
viendo a la distancia y distante un mismo cielo. Los otros, en posición combativa,
a punto de alzar las armas para luchar
por sus intereses. Aquel hombre sin rostro,
será el juez, el inquisidor, quizás el que finalmente decidirá quién ganó o el que impondrá su
lucha vencida.
A pesar de lo diverso y disperso de esta
escena, el horizonte es el mismo para los
tres, un horizonte a veces lejano, otras
veces cercano, un horizonte que ilumina, que ensombrece, un horizonte que es
espejo de las tensiones y contradicciones
que se van gestando bajo su regazo...
La
diversidad cultural, rasgo primigenio de la humanidad y factor esencial para su
desarrollo, encarna en su seno la
variedad y diferencia que caracteriza la sociedad contemporánea y determina las formas de vivir juntos. La
diversidad cultural, norma y no excepción, dicta las pautas para actuar en coherencia con la
realidad. La diversidad cultural, rostro humano de la red de caminos que se extiende por el
territorio peruano, constituye un desafío al patrimonio y a las maneras de intervenir sobre él.
La
diversidad cultural, presente a lo largo de los
miles de kilómetros del Camino Inca, se personifica en las comunidades 2 que conviven con la monumentalidad del bien físico, desde antes
de la llegada de los investigadores y profesionales que lo identificaron y registraron. Conocer hacia
qué punto del horizonte dirigen su
mirada estas comunidades, conlleva el
análisis de los aspectos económicos, políticos,
sociales, culturales y ambientales desde
donde interactúan cotidianamente e interpretan la realidad. De este entorno y de las relaciones
que se entretejen en él, surgen los
pasivos históricos que condicionan la
relación entre el Estado y las comunidades,
relación que desde la época republicana no logra aún articularse hacia un
fin común.
Paisajes, expresiones de la sociedad
Desde las primeras ocupaciones humanas, el
habitante de las zonas altas de los Andes fue capaz de responder con
imaginación y eficiencia ante los retos que planteaba el territorio andino, al
que intervino dejando diversidad de paisajes culturales a lo largo de la red
caminera.
En ese sentido, es sustantivo el aporte del
conocimiento geográfico del Qhapaq Ñan que permite contextualizar el territorio
y descubrir el papel que este juega en la dinámica territorial actual. Asumir
el paisaje cultural como una riqueza propia y singular, será una herramienta de
posicionamiento regional en el futuro.
Dentro del esfuerzo por el reconocimiento y
registro del entorno territorial del Qhapaq Ñan se han producido estudios en
varias regiones del país relacionados al Gran Camino de la Sierra que recorre
longitudinalmente la Cordillera de los Andes. Tenemos como ejemplo el camino
desde Acostambo hasta Andahuaylas, el camino transversal desde la troncal a la
altura de Vilcashuamán hasta Chincha Alto, entre otros. Asimismo, años atrás se
llevó a cabo el primer estudio de paisaje cultural en uno de los tramos del
Qhapaq Ñan (Apu Pariacaca y Alto Cañete) que permitió esbozar una metodología
ideal para este tipo de trabajos de investigación.
Actualmente se continúa con el proceso y
sistematización de campañas anteriores con el fin de ponerla a disposición de
todas las instituciones, investigadores y comunidad en general.
IDENTIFICACIÓN DE UNIDADES DE PAISAJE
CULTURAL
|
|
Macro región centro
|
24
|
Macro región centro sur
|
30
|
Macro región norte
|
47
|
Macro región sur
|
17
|
Total
|
118
|
El
Qhapaq Ñan en la sierra
En la sierra se buscó trazar el camino Inca
por los terrenos que ofrecían mejores condiciones para construirlo, casi
siempre recto y con bordes delimitados con piedras alineadas o muros de este
mismo material.
El camino presenta hileras, muros de piedras,
calzadas empedradas, escalinatas, rampas, canales de drenaje y puentes. Las
calzadas fueron construidas con piedras colocadas después de nivelar el
terreno. Por su parte, los canales de drenaje conducían el agua de la lluvia
fuera del camino para mantenerlo seco y así conservarlo en buen estado. Cuando
el terreno era abrupto y presentaba ligeras pendientes, se construían
plataformas para nivelarlo y que de esa manera el tránsito fuera más cómodo.
Las zonas inundables, como los bofedales, se
cruzaron a través de calzadas elevadas, algunas de ellas bellamente empedradas
y provistas de canales de drenaje. En los casos en los que la pendiente natural
del terreno era muy inclinada, se construyeron escalinatas y rampas.
Asimismo, se tendieron varios tipos de
ingeniosos puentes en las partes más estrechas y altas de los ríos para poder
cruzarlos. Cuando el paso por una ladera rocosa dificultaba el viaje y no se
podía escoger otra ruta, se cavaban túneles.
Fuente: Guía de Identificación y Registro del
Qhapaq Ñan
Imagen: El Qhapaq Ñan delimitado por muros y arbustos en el camino
entre Orcotuna y Sicaya, Junín
El
Qhapaq Ñan en la Costa
Los desiertos y los valles fueron
transitados por caminos construidos sobre arena o tierra y delimitados con
postes de madera, bordes de piedras alineadas y muros de piedra y barro, adobe
o tapia. La disponibilidad de materiales de construcción determinó las
características arquitectónicas del camino en ambos medio ambientes.
En el desierto, el camino fue
trazado y construido con muros laterales de piedra, como en Huayurí; con
simples alineamientos de piedras colocadas sobre la arena; o con postes de madera
clavados en ella. En cambio, en los valles y a la salida de éstos, los muros de
piedras definieron el trazo de la vía en dirección al desierto.
En el interior de los valles, los
caminos transversales que comunicaban la sierra con la costa fueron construidos
con muros de contención, lo que permitía soportar el relleno que conformaba la
plataforma de la vía que iba por la ladera de los cerros y que en algunos casos
debía ser cortada para poder construir a través de ella.
Fuente: Guía de Identificación y Registro del
Qhapaq Ñan
Imagen:
Muros laterales de piedra
del Camino de la Costa en el desierto rumbo al Valle de Jequetepeque
El Qhapaq Ñan en la Selva
En la selva alta, los caminos identificados fueron construidos
adaptados al relieve, al tipo de suelo y al medio ambiente lluvioso. En el
departamento de Huánuco, por ejemplo, presentan un trazo sinuoso, tienen 1 a
1.5 metros de ancho, muros de sostenimiento de plataforma y de talud y calzada
elaborada con piedras relativamente planas. Además, presentan canales de
drenaje hechos de piedras y canaletas laterales cavadas en el suelo arcilloso.
En cambio, en el departamento de Ayacucho, los caminos observados
son generalmente rectos y de cinco a siete metros de ancho. Presentan también
una calzada empedrada, canales de drenaje, canaletas laterales y muros
laterales de cincuenta a sesenta centímetros de alto. Como el relieve es poco
accidentado, los caminos fueron construidos sobre las laderas y con mayor
anchura.
Fuente:
Guía de Identificación y Registro del Qhapaq Ñan
PRINCIPALES SITIOS
ARQUEOLÓGICOS
Huánuco
Pampa:
También conocido como Huánuco Viejo. Era unos de
los principales sitios a lo largo de la ruta inca, en la zona del Chinchaysuyu
. Durante el gobierno del Inca Pachacutec y Túpac Inca Yupanqui, tuvo rango de
capital imperial, centro administrativo y ceremonial.
Pachacamac:
Ubicado en Lurín fue el principal santuario de
la costa central durante más de mil quinientos años. Sus templos, entre los que
destacan el Templo del Sol y el Acllawasi, eran visitados por una multitud de
peregrinos para los grandes rituales andinos.
Por la Costa, la Sierra y la Selva; por valles, montes y quebradas sueles discurrir, sueles unir los pueblos, sueles conectar a su gente, glorioso Qhapaq Ñan.
ResponderEliminar